Shared destinies [Cap. 3] (+18)(Naruto)

Recuerdo aquel día 15 de Septiembre, era lunes y empezaba la universidad, estaba muy feliz, mi sueño por así decirlo desde que era pequeña, era ir a la universidad, a estudiar diseño, y...también recuerdo el día que lo conocí.

Hacía un tiempo maravilloso, 25ºC de temperatura, despejado y una brisa cálida rozaba mi cara. Fui a ver en que clase me había tocado y repasando la lista lo vi, aquel nombre que por unos segundo me dejó paralizada,Sasuke Uchiha, supongo que habrá varios Sasuke Uchiha por el mundo pero, algo me dijo que era ESE Sasuke Uchiha, aunque para no comerme mas la cabeza, decidí ignorarlo y ver si era o no aquel chaval del que tenía una imagen difuminada de mis recuerdos de pequeña.

Cuando dieron las ocho y media,ya que llegué 10 minutos antes para ver la lista con calma,fui a mi clase, entré y como me imaginaba era la típica clase en la que los asientos estaban en escala,como los asientos del cine,y como no me gustaba sentarme al final del todo y al principio tampoco decidí ponerme en la parte del medio de la zona izquierda. A mi lado había un chico moreno, pero al estar de espaldas no le vi la cara aunque no se porque me quedé embobada mirándolo y en un acto de despiste me tiraron un estuche a la frente, esos chavales idiotas que se piensan que aún están en
1º de la ESO, que habría en ese estuche para que me hiciera ese daño en la frente, es algo que aún me pregunto...El caso es que debido a ese golpe con el estuche me caí hacia atrás y choqué con el chico moreno.

-¿Qué pasa?
-Ay...ayayayay....
-E...¿Estas bien?
-No....
-Aver déjame que vea

Cuando me levantó la cara y nos miramos me di cuenta de que el chaval al que estaba mirando en ese instante era el chaval con el que 13 años atrás jugaba en el parque enfrente de mi casa,y, que 3 años más tarde me prometió que siempre estaríamos juntos para, un año después, irse a no se donde y no volver a saber nada mas de el.

-¿Sa...Sasuke...?
-Tu cara...me suena...

Aquellas palabras..."Tu cara...me suena..." me rompieron el corazón, no se porque, pues después de 10 años sin vernos, ya no tenia nada que ver con el, pero aún así sin saber porque las lagrimas afloraron de mis ojos.

-N-no te acuerdas de mi...
-¡No llores, no era mi intención hacerte llorar!
-¿Sasuke, de verdad no te acuerdas de mi?

Quería que me recordara, es mas, lo deseaba, deseaba que aquel niño con el que jugaba cuando era pequeña que ahora se había convertido en un apuesto hombre se acordara de mi.

-¿Kurisu?Kurisu...¿eres tu?

En ese momento, cuando dijo mi nombre, la expresión de la cara me cambió, pasó de estar triste y llena de lágrimas a estar feliz y con una sonrisa de oreja a oreja.

-Cuanto tiempo, Sasuke
-E-eres tu de verdad...Kurisu
-Pues claro que si,¿Quién te pensabas que era sino?

Y sin saber el porque, me abrazó, ese chico, tímido y callado con el que tenía que tratar antes me estaba abrazando, me puse roja como un tomate, ¿por qué de buenas primeras me había abrazado?

Era algo que no lograba entender, pero, me gustaba, esa calidez que desprendía su cuerpo...

-¿Por qué me abrazas?
-Lo siento
-¿Por qué pides perdón?
-Porque no cumplí mi promesa
-¿Qué promesa?

Sabia muy bien de que promesa hablaba, aquella promesa de cuando teníamos 9 años, esa promesa que siempre hizo que pensara en el en cada momento.

-¿No te acuerdas?
-No se...nos prometimos muchas cosas de pequeños.

¿Por qué las personas somos tan mentirosas?¿Qué me costaba decirle "si, me acuerdo de esa promesa, siempre he pensado en esa promesa como también he pensado siempre en ti" ¿Tan difícil era?

-Yo..me acuerdo perfectamen-

Pero no le dió tiempo a acabar la frase ya que el profesor acababa de entrar por la puerta.

-Luego comemos juntos

Esa propuesta me gustó a la vez que hacía que un hormigueo recorriera mi cuerpo.

-Vale.

Fue lo único que pude responder ya que empecé a ponerme muy nerviosa no se por qué.

Cuando llegó la hora del almuerzo estaba muy nerviosa,hacia diez años que no hablaba con el, era normal que estuviera nerviosa.Fuí al comedor y lo vi, en una mesa, el solo, rodeado de chavalas histéricas diciéndole cosas que no se entendían por los gritos.

En ese momento mi sangre empezó a hervir de rabia, estaba celosa, muy celosa, no consentiría que esas chavalas se acercaran al chico mas importante para mi, así que,decidida fui hacia el y me plante a su lado, todas las chicas se callaron de golpe y visto y no visto y sin saber por qué,lo besé, no pude contenerme, estaba tan furiosa que no permitiría que me lo robaran y menos chicas bobas pegando gritos.

Cuando acabé de darle el beso me senté a su lado, miré furiosa a las otras chicas, y estas se fueron a regañadientes.

-¡¿Por qué me has besado?!
-Porque....

¿Qué le iba a responder? ¿Porque quiero que seas solo mío?Eso suena muy egoísta por mi parte...

-Porque he visto que estabas en apuros y he decidido ayudarte para que te dejen esas chicas.

Esa excusa era muy mala, pero fue la primera que se me ocurrió.

-Kurisu, una chica no besa a un chico para ayudarlo a salir de apuros.
-Pero yo si
-¿Lo harías con cualquier chico?
-...
-¿Lo harías?
-No...

Recuerdo que ese "no" lo dije cabizbaja y apunto de llorar.

-¿Y por qué conmigo si?

¿Por qué me preguntaba esas cosas? ¿Tan tonto era de no darse cuenta de lo que sentía por el?

-¡¿Es qué no lo ves?!

Y después de decir eso me fui.No sabía a donde iba solo sabía que quería alejarme de ese lugar en el que todo el mundo me observaba.Después de correr durante dos minutos por la inmensa universidad llegué a un pasillo en el que solo había una puerta,decidí que sería mejor volver hacia atrás cuando escuché pasos y su voz llamándome, diciendo mi nombre desesperado,buscándome. Sin pensármelo dos veces, entré en la clase, estaba oscura, solo se veía un poco debido a un agujero que tenía una de las persianas,que estaban bajadas, era una especie de laboratorio.Había cosas muy raras, objetos de los que desconocía su existencia. Empecé a caminar por la clase mirando como era y debido al despiste no me di cuenta de que alguien habia entrado.

De repente una mano me tapó la boca y otra me cojió de la cintura, supongo que me tapó la boca para que no gritara.

Empecé a moverme rápido intentando escapar de aquella persona que me había cogido, pero no podía ya que era mucho mas fuerte que yo, en eso supuse que era un hombre, pero no me iba a rendir, intenté arañarle, pegarle patadas, de todo, pero no lo conseguí.

-¡Kurisu, que soy yo!

Cuando dijo eso me quedé quieta, y me destapó la mano.

-¿Q-Qué haces aquí...?
-Siento lo de antes en el comedor, no debí preguntarte eso, en verdad se muy bien porque lo hiciste... y yo... de lo que quería hablarte era de...

Antes de dejar que siguiera hablando me giré y lo volví a besar, en verdad, tenía muchas ganas de besarle, sentir su cuerpo tan cerca del mío, poder verle bien toda su cara, poder tocar su pelo... Después de ese beso nos separamos y nos quedamos un momento mirándonos para después volver a besarnos, pero esta vez empezamos a jugar con nuestras lenguas, aunque deseábamos más. Sasuke me empujó y me puso contra la pared, y empezó a meter la mano debajo de mi camiseta.

-E-espera, no vayas tan rápido.
-¿Por qué?
-Estamos en la universidad....espérate al menos a que se acabe....
-Vale, te espero a la salida
-Vale

Y después de eso me dio un último beso y se fue. Estaba algo confusa, desde que había vuelto a verle todo había pasado muy rápido... pero no me importaba, hacía ya mucho tiempo que estaba esperando ese momento, tenerlo al fin para mí. Lo había pasado fatal, no sabía si lo volvería a ver, si volvería a contarle las trastadas que hacía con mi hermano y oír su fantástica risa al escucharlo, si algún día podría volver a tocarlo. Lo echaba realmente de menos, nuestras charlas durante horas, nuestros juegos absurdos de pequeños sin ningún sentido, las meriendas pringosas, las películas de miedo que me obligaba ver... Echaba de menos todo eso, y ya lo podía volver a hacer.

Sonó la campana y nerviosa, con el corazón en el puño me dirigí a la entrada. Allí estaba él rodeado de chicas de nuevo, la sangre me volvió a hervir, ¿quiénes se creían? Era mío, ¡sólo para mí! Me acerqué furiosa y me lo llevé de la mano camino a casa.

-No soportas verme con otras chicas y...
-Cállate, no las aguanto, con esos chillidos de chimpancés en celo
-Me encanta
-¿Qué? -me puse roja como una manzana madura- idiota
-Son las seis, ¿quieres que te lleve a un sitio especial?
-Vale

De nuevo no pude decir nada más, no paraba de sorprenderme.